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Foto del escritorDurindana

Terror en el cine mexicano: la montaña rusa creativa.

Desde muy pequeña me gustó el cine. Sobre todo el de terror. Como la mayoría, mi primer película de este género fue una norteamericana. No fue hasta una edad madura que descubrí que el cine mexicano de terror tenía también mucho que ofrecer.


En mi país, México, las películas de terror se producen muy poco. La primera surgida en 1933, tomaría el mito de La Llorona. Una leyenda muy conocida en el país de la cual se sigue haciendo mención en la actualidad. Dirigida por Ramón Peón y Ramón Pereda. Actualmente, su difícil restauración por el Archivo Fílmico Permanencia Voluntaria al que pertenece, ayudó a que fuera exhibida después de muchos años en la gala de la edición XVIII de Macabro Festival de Cine de Horror de la Ciudad de México. Pueden encontrarla en YoTube si tienen curiosidad.

El cine en blanco y negro contenía más dramatismo en las actuaciones de los actores de la época. Acostumbrados al cine mudo y su acentuada gesticulación, a los acentos de luz y sombra, al énfasis en tomas largas de los personajes principales; las películas contienen mucha teatralidad. Aunque la tecnología cinematográfica en el país aún no era de calidad, si no hasta los años 50's, los directores y productores buscaban soluciones prácticas. Utilizaban algunos recursos aprendidos del teatro para mejorar tomas y crear una ambientación adecuada para el género. El expresionismo tambien estuvo presente en la composición de cada toma. La musicalización también era muy importante. A partir de ahí, siguieron esa misma línea las posteriores producciones como: El fantasma del convento (1934) de Fernando de Fuentes, El baúl macabro (1936) de Miguel Zacarías, Dos monjes (1934), El misterio del rostro pálido (1935) y Nostradamus (1937) dirigidas por Juan Bustillo Oro.



En los 50's y 60's cambia abruptamente el estilo del cine de terror. Pasó de crear películas oscuras y macabras a lo puramente fantástico. Las criaturas de la literatura comenzaron a aparecer en pantalla. Pero no llegaron solas. Nuestros héroes nacionales (super héroes) como el Santo y Blue Demon, salvaban a bellas e inocentes jóvenes y acababan con esas amenazas apoyando a la policía. Se convirtieron en películas de culto a pesar de su baja calidad en la producción y malas actuaciones. Al parecer fueron tomadas por el público japonés como parte del cine surrealista.




Por otro lado el actor Germán Robles se convirtió en la imagen del vampiro, un ícono de mirada inquietante e hipnotizante. Rodeado de hermosas mujeres exuberantes y dejando claro que era el más poderoso de los monstruos.





Otro digno de mencionarse es Juan López Moctezuma quien incluyó el giallo italiano, el slasher norteamericano y el gore. Resaltan "Alucarda, la hija de las tinieblas" de 1978 donde nos muestra personajes llenos de sensualidad, crudeza y crítica religiosa.



Sinembargo en la segunda parte de la década de los 70s el cine mexicano de terror cae en el triste acto de la imitación de baja calidad. Sinceramente hay muchísimas producciones que no pueden tomarse en serio para competir con otras películas norteamericanas. Terminaban dando risa por situaciones absurdas en su trama, empeoradas solo por la mala actuación de cantantes de moda o famosos de telenovela que aparecían para llamar la atención del público. Puro fan service.

De ahí en adelante nuestro cine incluyó muy poco este género como algo serio. Alejandro Jodorowsky perdió la pelea en su momento por la atención del público mexicano con su "Santa Sangre" de 1989.


A partir de los noventas el cine en méxico recibió muy poco apoyo para producir filmes de calidad. El interés se centró más en el género de comedia romántica y el terror quedó casi en el abandono total.

No fué si no hasta el inicio de los 2000 que se retomó este tipo de producciones desde un punto de vista más personal. Resurgieron los directores dispuestos a jugar con la mitología y leyendas nacionles para crear películas de terror. Se hicieron remakes de las infravaloradas producciones de Taboada, Julio Cesar Estrada y Henry Bedwell. En lo personal creo que las originales son mejores. Aquí aparece tambien el tan reconocido nombre de Guillermo del Toro, director, productor y guionista tapatío. No sé si incluirlo como parte del cine mexicano, ya que la mayoría de sus películas son co-producciones con España o Norteamérica. Su universo de criaturas retoma mucha mitología a nivel mundial y no solo de su país de origen. Sus obras más conocidas son "Cronos", "El Espinazo del Diablo", "El Laberinto del Fauno", "La Cumbre Escarlata", entre otras. Abrió un espacio para los directores con su Terror-Fantástico, al que actualmente recurren mucho más para hablar de temas tan duros de la realidad del país como la pobreza, los asesinatos y las diferencias de clase. Por ejemplo "Vuelven" del 2017 dirigida por Issa López.



La producción de cortometrajes de terror es mayor en estos últimos años. Comenzando con la Antología "México Bárbaro" creada por ocho directores en el 2014. Reinterpretan mitos y leyendas de terror mexicanas, a través del uso de sub géneros que no se habían visto antes en el país: cine Snuff, Camp, Gore, Cine experimental, nota roja, entre otras.


Los directores implicados tanto veteranos como novatos son: Lex Ortega (Atroz), Isaac Ezban (Los parecidos), Jorge Michel Grau (Somos lo que hay), Edgar Nito (Masacre en San José), Gigi Saul Guerrero (La quinceañera), Laurette Flores (Bautizo), Ulises Guzmán (Alucardos) y Aaron Soto (Before the Cradle).


México Bárbaro trailer


México es un país con una cultura y tradiciones muy extensa. Los mitos y leyendas que han resistido al paso del tiempo siguen influenciando a las familias aún en estos tiempos modernos.

Siguen mezclandose relatos tan tradicionales como la Llorona con las redes sociales y el uso de dispositivos electrónicos. La maldición que cae sobre los creadores es no saber usar toda esa fuente inagotable de creatividad. Se comparan constantemente con sus colegas extranjeros. Además que el apoyo a la producción artística es casi nulo. Cuesta, cuesta mucho sacar a la luz guiones que valen la pena. Muchas veces financiados por sus mismos directores. Para que el público acostumbrado al fast food cinematográfico (cine chatarra) las ignore o las tache de malas por no admitir su falta de experiencia ante este tipo de arte. Cierro el artículo recomendando este video de Zoom f7 donde se habla ampliamente del tema. Muy buena referencia para quienes quieren adentrarse en la cinematografía de terror de México y hacer lista de películas para ver en cuarentena.


"El Horror del cine mexicano"


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